Tratando de decir un poco mas de lo que se calla

Como práctica, como un dado, pequeño, con varios lados y talvez demasiados puntos...

sábado, 20 de noviembre de 2010




El concierto había llegado a calmar todo el odio que tenia, después de que todo su mundo se negase a ir con el al recital. Le había dado el equilibrio perfecto, debido a la sucesión perfecta de acordes. Lentas melodías todavía estaban en su cabeza. Con su paraguas bajo la llovizna, cerca de las 2 de la mañana, estaba volviendo a su casa, atravesando todo el viejo mercado, con menos travestís que en otros días,- la lluvia espanta a los gatos-, pensó y rió. En ese momento a esa hora, los travestís cercanos, no pudieron mas que extrañarse ante un hombre con paraguas tiendo a carcajadas cerca de ellas. Con tino sus pasos hasta llegar a una avenida en la que podría tomar un taxi. Cosa que no haría, pero lo hacia sentir un poco mas seguro. De todas formas, en un aguacero, los autos amarillos se ocultan. Así fue, en la calle solo se escuchaba el murmullo de la gente que salio como el del concierto, pero cada vez más atrás.

Pocas cuadras mas a adelante había tres jóvenes, charlando y fumando, sin paraguas. De a poco mientras se iba acercando sentía, temor, un temor inexplicable, tal vez sea por estar en una mejor posición y poder guarecerse de la lluvia. A esas alturas de la noche nadie podría auxiliarlo. Vio como ellos lo miraron, le dijeron: Disculpa te estamos ahumando- el sonrió, pero no dijo nada.

Poco después vio como se lanzaban sobre el, uno le pegaba en la cabeza y otro ya lo estaba empujando a la calle, allí quedo, tirado en el suelo, bajo la lluvia, la verdad – pensó- no esta tan mal la lluvia.



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