No necesitas una cámara en tus manos.
Llévate unos gramos de mis pies,
alumbraran un poco el camino,
te cubrirán del frío.
Y frente al amanecer,
no hará ya,
tanto frío.
: 

Ver al llegar que la puerta no esta,
que se ha ido por la ventana.
La foto del invierno anterior.
Boca abajo revolcarme,
vomitar tu ausencia
y reconstruir tus huellas.
El picaporte rozado,
tus ojos delineados,
la cartera fija a tu cuerpo.
Y el huracán de tu huida,
que dejo todavía
los vientos en el armario.
